Quinientos veinte años de salvaje vida nocturna minaron la salud del Conde. Al batir sus alas, el dolor de los huesos y las articulaciones es insoportable; su radar de vuelo ha perdido precisión y en varias oportunidades acabó estrellado contra un árbol. Sin embargo, son sus colmillos los que le causan verdadero sufrimiento. Antes filosos y seductores, sus puntas romas no logran penetrar siquiera los cuellos de las jóvenes, quienes, humillantes, lo arrojan a través de las ventanas de sus dormitorios.
De visita al médico, recibe una prescripción rigurosa: debe cambiar Transilvania por algún país con clima más benévolo y suplir su dieta con polillas y otros insectos nocturnos.
Siente como si le hubieran clavado una estaca en el corazón.
© Sergio Cossa 2012
Y se la han clavado, lo que pasa es que quizás no lo ha visto venir porque necesitaba unas gafas de cerca y no veo que las hayas mencionado.
ResponderBorrarDespués se le caeran los dientes. Vamos una gozada.
Ah, y antes de que se me pase, te veo muy bien en Triple C, tu micro es fantástico para la imagen.
Muy bueno, Sergio. ¿Nos une la pasión por los monstruos? Yo la tuve por este Frankenstein:
ResponderBorrarhttp://lalenguasalvada.blogspot.de/2011/10/visto.html
Un saludo desde "el otro lado" (del charco, claro ;))
Una sonrisa. Me gusta que me dibujen una sonrisa final.
ResponderBorrarUn micro creativo con un personaje tradicional: MUY BUEN TRABAJO.
Un besoooo sofocante desde España.
Tal como dice Petra, Sergio, me has arrancado una sonrisa.
ResponderBorrarAhora bien, este es un micro duro para quienes transitamos velozmente de cara a la quinta década de nuestras vidas. Quién nos diera llegar a los 500 y tener que mudarnos al Caribe.
Un abrazo,
Sergio:
ResponderBorrarEstá muy bueno.
A todos les llegan los años y la vejez.
Seguro que termina en Miami, en un complejo geriátrico, donde les cuenta sus historias de la juventud a otros veteranos, que ni le creen...
Un gran abrazo.
Muchas gracias, Amig@s, por pasar a leerme.
ResponderBorrarEstoy complicado y con poco tiempo para escribir y pasear por los blogs que tanto me gusta recorrer.
Pero, como decía un amigo de la vida, no hay que preocuparse, ya vendrán tiempos peores :)
Tu Frankenstein está muy bueno, Mikel :)
¡Abrazo a tod@s!
Qué pasará cuando al Conde lo manden al dentista a hacerse colmillos postizos? Cuánta decadencia, pobrecito, tener que ver eso! Me has hecho reír hoy! Gracias Sergio Saludos van
ResponderBorrarAy los años!!! Pasan para todos, aunque la vida, que es muy agradecida, te paga con la misma moneda con que tú le hayas tratado. Así que, importante ser consciente de lo que careces y explotar todo lo que has conseguido, mirarte al espejo, observar el brillo de tu propia mirada y ver en ella el niño que siempre llevrás dentro.
ResponderBorrarOriginal Sergio. Hasta al famoso conde le llega la hora. Somos aves de paso. Sobre todo el Conde, que se transforma en vampiro. Aunque dicn que viven muchos más años que los humanos.
ResponderBorrarNo hay deuda que no se pague ni plazo que no se cumpla.
Al Conde le llegó la hora de las transfusiones.
Un saludo amigo
Sandra, Ely, Rober, gracias por comentar :)
ResponderBorrarTal vez el Conde descubra una vida nueva y mejor, ¿o no?
¡Abrazos!
Hola Sergio!! Encantado de dar con tu blog, te conocí por el foro de abrelibro. Soy barrikada.
ResponderBorrarEl caso es que como ya te dije es el microrrelato que más me ha gustado, me encanta ese toque de humanidad que impregna a un ser tan fantástico como Drácula, pero más que nada te envidio porque veo como no te le tienes respeto (en el buen sentido de la expresión) a una figura tan importante como es el vanguardismo de la ficción! Un saludote!!
¡Bienvenido, Barrikada! Ahora me paso por tu blog :)
BorrarMe alegra que te haya gustado el micro. La verdad es que el pobre Conde está bastante venido a menos últimamente, así que cualquiera se anima a maltratarlo, aunque sea con las letras :)
¡Abrazo y nos leemos!