Mientras escribo esta serie de doscientos microtextos con la idea de publicarlos en los próximos meses, me surge un nuevo proyecto. Dos micros que tienen que ver con la máquina del tiempo me entusiasmaron a llevar adelante una serie con esa temática. Ya terminé varios, algunos de los cuales incluiré en esta serie y otros que esperarán por la siguiente.
Acá dejo los dos primeros. La idea es que no necesariamente tengan relación entre sí. No será una novela de micros.
LA MÁQUINA I
Luego de retrocesos y avances de pocos días a modo de prueba, decidí arriesgar un salto más lejano. Opté por terreno conocido y aparecí en mi infancia. Allí estaban mis padres, más jóvenes que yo en la actualidad. También los objetos que recordaba inmensos, como ese paredón bajo, del cual saltaba imitando el vuelo de mis héroes.
La máquina funcionaba a la perfección y avancé unos años hasta mi juventud. Época de amigos que aún conservo y de ese amor que fue como un estallido de planetas y que ahora ni.
LA MÁQUINA II
El primer impulso luego de que la máquina funcionara correctamente, fue averiguar el número premiado en la lotería del próximo fin de año. Que él ganara todo ese dinero solo figuraría una enorme suerte y solucionaría los aprietos económicos que le habían causado la construcción de la misma.
Después del único intento que realizó, desistió de volver a efectuar esos viajes. Solo visitaría el pasado. Conocer el futuro quitaba el entusiasmo de vivir el presente y podía enfrentarlo a situaciones dolorosas, como la de descubrir solo un plato en la mesa y la mitad del guardarropa vacía.
Después del único intento que realizó, desistió de volver a efectuar esos viajes. Solo visitaría el pasado. Conocer el futuro quitaba el entusiasmo de vivir el presente y podía enfrentarlo a situaciones dolorosas, como la de descubrir solo un plato en la mesa y la mitad del guardarropa vacía.
© Sergio Cossa 2012
Muy buenos micros, los dos, Sergio. Esta serie promete.
ResponderBorrarDe mojarme y elegir, me quedo con el segundo, por esa carga emocional que contiene al conocer un futuro que es mejor ignorar.
Un abrazo,
PD. Lo que no dejo de preguntarme es cómo se ha de hacer para crear una serie de ¿doscientos? micros de un tirón. Me admira tanta creatividad.
Yo soy un humilde armador de letras, pero, descubír sin querer a Sergio, personaje de este espacio entre virtual y mágico.
ResponderBorrar" Conocer el futuro quitaba el entusiasmo de vivir el presente y podía enfrentarlo a situaciones dolorosas, como la de descubrir solo un plato en la mesa y la mitad del guardarropa vacía."
Esto es realmente mano de un maestro.
Un brazo y te felicito.
Gracias por sus comentarios :)
ResponderBorrarPedro, escribo en promedio un micro por día... A veces salen tres, a veces ninguno. Esos días serían como "el fantasmita de la hojita en blanco" :))
Llevo cien, más o menos, en tres meses. Y lo que más me gusta es ir retocándolos, corrigiéndolos un poco en ratos de relectura.
Fernando, "maestro" es demasiada palabra. Pero igual gracias por levantar el ego :))
¡Saludos!
Buena serie, me ha gustado, principalmente el II.
ResponderBorrarSaludos.
Gracias Javier por tu comentario :)
ResponderBorrarPara hacer doscientos micros necesitarás -al menos- unos cincuenta escritos adicionales, que serán irremediablemente descartados, por reiterativos, o por insulsos, o por lo que fuera...
ResponderBorrarTarea titánica si la hay.
Lo sé, Arturo. Cuando hablo de esos doscientos, comprendo que un veinte por ciento (al menos) no servirá.
ResponderBorrarPero igual, allá vamos :)
Un saludo.