Este micro llegó a las finales del concurso quincenal de Triple C.
La frase inicial era obligatoria.
Un gusto, realmente.
PASIÓN NOCTURNA
El final de cualquier anochecer la sorprenderá tejiendo sueños frente a la luna.
Su marido, mientras tanto, habrá iniciado un retorno presuroso de la oficina, con la convicción de que no deberá dilapidar un instante. Sus pensamientos agitándose en mares extraños, convulsionados. Su mirada escapando a los ojos cansados y apáticos de los demás pasajeros, aislándose de sus hedores penetrantes y de sus conversaciones sin sentido. Correrá hasta su casa, ávido, hambriento, con sus músculos rebosando adrenalina. Se quitará la ropa con movimientos desgarbados, agarrará dos trozos de carne del refrigerador y enfrentará los escalones rumbo a la azotea. Su piel cada vez más seca, sus gruñidos más roncos. Lo recibirán el frío y su hembra, bañada en plata y con un aullido en la garganta.
© Sergio Cossa 2012
muy bien relatado. me ha gustado.
ResponderBorrarsaludos :)
Me alegra que te haya gustado.
ResponderBorrarGracias por pasar, Eliacim :)
¡Un saludo!
Historia básica, repetida en mil formas, de un fin de jornada...
ResponderBorrarAsí es, Arturo. Aunque esta pareja parece llevar las cosas más allá de lo humano...
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