Abrió el buzón de su casa y retiró la correspondencia. Facturas de luz, gas y cable; resúmenes de cuenta de tarjetas de crédito y una intimación de corte de internet por falta de pago. Cuando estaba por entrar, el cartero regresó. Le dejó el telegrama de despido y una tarjeta postal de ella. Sonrió feliz.
Sergio:
ResponderBorrarYo hubiera hecho lo mismo.
Sin amor no se puede vivir.
Muy bueno de verdad.
Un abrazo.
Las cosas que realmente valen.
ResponderBorrarAbrazo, Arturo.
Sergio, qué bonitoooo.
ResponderBorrar"Contigo pan y cebolla". Pero es tan dificil vivir del aire...
Un abrazo desinteresado.
Claro que es difícil, Petra. Lo necesario es tener cerca a alguien querido, para que el resto permanezca solo en el lugar que se merece.
Borrar¡Abrazo!
¡Genial, Sergio!
ResponderBorrarEste micro resume de forma brillante el sentido de la vida. Pobres de aquellos que no lo tengan claro. Sufrirán. Sé de lo que hablo.
Un abrazo,
Cuántos se enfrentan a diario a decisiones de vida. Muchas son batallas entre lo material y lo espiritual. Ojalá las últimas las ganaran más seguido.
BorrarAbrazo, Pedro.
Sergio, este relato pone de manifiesto que con el corazón contento, todo lo demás pasa a un segundo plano, aunque ya te digo que es un instante no más, luego todo vuelve a su gris habitual.
ResponderBorrarMe gustó ese contrapunto.
Abrazos.
Como le escribí a Petra, lo necesario es contar siempre con alguien que sople calor al corazón, para que los grises se vuelvan menos grises.
BorrarUn abrazo, Nicolás.
Me gusta este micro, Sergio. Pone de manifiesto que el amor lo puede todo, incluso un corte de la compañía eléctrica y un despido improcedente. Lo raro es que el cartero no sonriera también ¡qué falta de empatía!.
ResponderBorrarUn abrazo.
Tal vez el cartero no tenía tantas buenas noticias como nuestro personaje :)
ResponderBorrarAbrazo, Laura.