Su cuerpo desnudo descansa en la playa. A la vista del sol que se suelda con el mar, la arena pierde el ardor acumulado. Cientos de pájaros alborotados retornan en busca del manantial y el resguardo de los árboles. Estira un brazo y alcanza un coco para beber el jugo fresco. Su mente divaga sin preocuparse por el resto del mundo. Lejos de los avatares de la política, de la economía. La paz lo colma. Sin embargo no está conforme. Se le están volviendo largos estos cuatro años de náufrago.
PERO SI EL HOMBRE ES UN ANIMAL DE COSTUMBRE, POR QUÉ HABRÁ QUERIDO REGRESAR EL NÁUFRAGO Y NO SE ACOSTUMBRÓ A LA QUIETUD DE LA PLAYA? BUENO MICRO PARA REFLEXIONAR SOBRE ESO.
ResponderBorrarVLANKA.
pero, mira que circunstancia ingrata ¿he?
ResponderBorrarsaludos
Sergio, no estamos acostumbrados a la paz con la naturaleza, y por tanto, acabamos por despreciar un afortunado éxodo. Yo sinceramente, sería el primero en que me quejaría de haber naufragado en una isla desierta.
ResponderBorrarEstupendamente reflejada esa paz.
Abrazos.
Tal vez al náufrago le faltaba una buena compañía para compartir semejante paisaje...
ResponderBorrar¡Abrazo, Vlanka!
Así es, Omar, parece que nunca estamos completos.
ResponderBorrar¡Saludos!
Nicolás, yo, sinceramente, sería el primero en gozar de ese aislamiento. Junto a una notebook con internet satelital, claro :))
ResponderBorrarAunque me pregunto: ¿dónde la enchufo cuando se termine la batería? jeje
¡Abrazo!
Sergio.
ResponderBorrarSe me presentó aquello de que: es tan malo pasarse, como no llegar.
Además, recordé la película de Tom Hanks, que vivía con su "amigo" Wilson...
Un abrazo.
hola, acabo de encontrar tu blog.... me encanta¡¡¡¡ creo que las personas nunca estan conformes con nada, y si no lo suelen estar con las decisiones que se toman propiamente, imagina con lo que el azar nos trae.... un saludo :)
ResponderBorrarArturo, la película de Tom Hanks y Wilson ya es un clásico moderno :)
ResponderBorrarLo cierto es que desde Robison Crusoe a estos días, los náufragos han dado infinidad de temas para todo.
¡Abrazo!
Quién sabrá acomodarse justo en la línea delgada que hay entre el conformismo y el ansia de búsqueda...
ResponderBorrar¡Saludos, Carmen y bienvenida al blog!
¡Si es que nunca llegaremos a ser felices si no nos conformamos con lo que nos ofrece la vida! que la vida nos da limones pues bebamos limonada, que nos da una isla desierta e ignota pues bebamos coco y comamos pescados...
ResponderBorraren fin, Sergio, como siempre un gran trabajo el tuyo, hermoso y visual.
Gracias, Ángela.
ResponderBorrarHoy está lluvioso y frío. No es por ser disconforme... pero me vendría bien esa isla soleada :))
¡Saludos!
Me ha gustado ese tono lírico y sensual, breve para dar con el contrapunto, tan adecuado, al final...
ResponderBorrarNi siendo felices podemos estar solos.
Abrazos
Hasta Zaratustra necesitó bajar desde la montaña al pueblo :)
ResponderBorrarGracias por pasarte, Susana.
¡Abrazo!
Las mentes divagan y se abotargan de sol y arena y sobre todo de soledad.
ResponderBorraryo permanecería en esa maravillosa isla que describes hasta la eternidad con un ebook (es decir,millones de libros) y un buen conversador con quien compartir mis días y mis noches.
Un saludo
Pero que ese conversador no interrumpa la lectura, eso sí :)
ResponderBorrar¡Saludos, ely!