viernes, 29 de junio de 2012

Oficina de Quejas


Oficina de Quejas - Microrrelato - Sergio Cossa


La sala de espera se encuentra colmada. Los murmullos entre los reclamantes se mezclan en el aire enrarecido y acompasan al parpadeo molesto de los tubos fluorescentes. Los que están de pie sufren las horas con un balanceo alterno. Unos pocos, leen. Otros, callados, cuelgan su mirada en algún rincón. El resto aplaca el fastidio conversando con sus vecinos ocasionales:
–Es la segunda vez que vengo. La primera fue hace como diez años, por el mismo deseo de tener mi casa propia.
–Lo mío no es tan importante. Compré unas vacaciones al Caribe. La agencia cerró antes del viaje y los dueños se fugaron con el dinero y con mis ilusiones. Pero a esa mujer que está ahí sentada le fue peor. Soñó toda su vida que envejecería en su casa junto a sus seres queridos. En cambio sus hijos la metieron en un geriátrico y vendieron la casa.
Desde la puerta de la oficina asoma la cara agria de un funcionario:
–No nos hagan perder tiempo, señores. Solo recibimos quejas por los sueños comunes que se truncaron. Los sueños imposibles no tienen garantía. ¡Pase el que sigue!


© Sergio Cossa 2012

11 comentarios:

  1. Sería para reírse si no fuese que es para llorar.
    Un beso con esto en la garganta que, ay, madre mía..

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  2. Coincido con comentario anterior: sería para reír, pero bueno. Pese a todo, reinvindico la posibilidad de soñar, sobre todo, sueños imposibles. Excelente texto.

    Abrazo

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  3. terrible sensación,
    pero eso ocurre
    .
    bien hecho, saludos

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  4. Hay fantasías que entristecen porque reflejan mucha realidad.
    Un sueño triste.

    Besos, Sergio.

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  5. Cada ser humano posee el derecho inalienable de soñar, y es ésta la única posesión que nos pertenece de principio a fin, sin control, sin medidas, sin límites. Pero, estaría bien tener algún lugar donde poder reclamar la realidad de nuestros sueños.
    Muy bonito. Saludos Sergio.

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  6. Sergio:
    Este relato de la oficina imposible es magnífico. Describes de mil maravillas ese hipotético espacio donde todos vamos a parar, en busca de un reclamo por un sueño imposible, en algún momento.
    Describes el hecho cierto de que, en una reunión de gente desencantada, todos refieren sus conversaciones a su propio problema; doy fe de ello.
    Al asociar a las frustraciones con el resultado de la inútil burocracia, le das a la idea un toque picante de crítica social.
    Está muy, pero muy bueno.
    Un gran abrazo.

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  7. Gracias a todos por comentar.
    Como expresaron, no hay nada más esperanzador que perseguir un sueño. Y los imposibles no existen.
    Por suerte este texto es solo ficción (aunque la oficina y el funcionario son igualitos a la realidad)

    ¡Abrazo a todos!

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  8. Muy bueno tu relato Sergio, tiene verosimilitud y un final inesperado. Un tema hipotético, los sueños, que siempre atraen al que escribe.
    Un saludo cordial, te sigo

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    1. Gracias, Rober. Ya anduve por tu blog y también me quedé por ahí y con esa entrada de las ideas entre sueños.

      ¡Saludos!

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  9. Me gustó tu blog, Sergio. Lo voy a enlazar en mi blogroll. Y la entrada, muy buena. También me gusta tu manera de expresarte al escribir.

    Un abrazo.

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    1. Gracias por pasar, Jorge. Como verás, ya está enlazada "Escritores a la obra" en este blog. Ojalá esa iniciativa tenga un constante crecimiento.

      Un gran abrazo.

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