Cuatro metros de hondo debe tener este pozo de mierda y apenas si deja espacio para sentarme. Me duele el pie, me arden los arañazos que me hicieron las raíces mientras caía, me duele la cabeza. Parece que no tengo nada roto y puedo pisar el fondo lleno de barro y con olor a podrido. De qué me sirve gritar como loco si estoy solo en medio del campo. Hay como un kilómetro hasta el pueblo. Nadie va a venir a rescatarme por más que me desgañite. Vamos, tranquilo, soy racional, tengo que relajarme. Darles tiempo a los de la posada a que noten que no volví de mi paseo al río. Esta noche o mañana recién se van a dar cuenta. Por qué se me habrá ocurrido esa puta idea de dejar el celular para desconectarme del mundo. Mierda que se va a hacer larga la espera. Todavía queda un poco de luz naranja que entra por el hueco, pero dentro de un rato no voy a ver nada. Bichos no hay, pero por las dudas le esquivo a las paredes, falta que me pique una araña, para completarla.
Quién será el hijo de puta que lo dejó tapado con yuyos. Habrá sido una trampa para algún animal y justo me vengo a ensartar yo y ahora que no veo nada ya me está entrando el miedo. Oscuro, sin ruidos, todo apagado y frío y este nudo en el estómago que no es de hambre y el sueño que me vence y no me quiero dormir pero cabeceo de a ratos y me despierto gritando y estoy mojado de barro y transpiro a pesar del frío. ¡La puta madre!, que algo me camina por el cuello y me entra por la camisa y no me alcanzan las manos para sacármela.
¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Por qué carajo me tiene que pasar esto!
La peor noche de mi vida. Me falta el aire estoy helado me duelen todos los músculos y se me parte la cabeza. Adónde mierda se fue eso de tranquilizarse de pensar cosas positivas de ser racional en los casos extremos. ¿Y si no aparece nadie? ¿Y si este pozo se vuelve tumba? Como para frenar el llanto estoy. Mejor me dejo ir, por ahí llorar me alivia un poco y la sal que me llega a la boca me saca este sabor a muerto que tengo.
Creí que la mañana me iba a cambiar el ánimo pero igual sigo viendo todo negro y hago unos huecos en la pared a ver si calzando los pies llego a las raíces que sobresalen pero me lastimo y ni siquiera despego del suelo. Mi garganta ardiendo de probar a cada rato con gritos de ayuda y mis piernas entumecidas por el frío y la falta de movimiento. Tienen que venir. Tienen que venir. Pero si no se escuchan ni los pájaros acá abajo. Los de la posada se preguntarán qué me pasó. Irán a la comisaría después a los bomberos y después saldrán a buscarme. Seguro que me salen a buscar. Vieron que venía caminando para el lado del río. Se van a preocupar y saldrá el pueblo a buscarme.
¿Y si no vienen? ¿Si van para otro lado? ¿Y si se larga a llover? Se me vuelven remolinos los pensamientos y ya se puso naranja de nuevo. ¡Otra noche en el pozo no, por favor! Estas lágrimas que ya son barro soy todo barro y líquido y siento que me voy a transformar en barro podrido y en bichos en gusanos en raíces en tumba.
Estoy delirando y no puedo componerme. Esas voces que están en mi cabeza y no me dejan pensar rebotan cada vez más fuerte y sin sentido, vocales sueltas, gritos, o son gritos míos. Pero ese es mi nombre el que suena, y más claro y no es mi voz, no soy yo es de afuera de allá arriba. Y grito y me desespero y grito y salto para empujar mi “¡aquí estoy!” para que salga del pozo para que llame a los de la posada a los bomberos y al chico ese que se asoma por el borde. Y ya no puedo contenerme y estallo de angustia y de alivio y exploto en llanto y fluidos. Y yo que siempre me jacto de moderado y sereno y de ocultar emociones esta vez será inconfundible el olor a mierda que llevo encima.
© Sergio Cossa 2012
Uf, que me has hecho sufrir!
ResponderBorrarEl chico se asoma por el borde: que no sea un delirio, por favor, por favor...
Todo mi cariño en el día del amigo, Sergio
Igual para vos, Patricia: ¡Feliz día! :)
ResponderBorrarPero de nada le servía ahí abajo la moderación y la serenidad. Bien contadas todas las elucubraciones y que ese chico le avise a alguien, que no sea una visión, cuánto se puede soportar sin terminar enloquecido como el prota? Excelente, Sergio. Muy bueno el clima que has creado
ResponderBorrarGracias, Sandra. Eso busqué narrar: cómo puede cambiar un estado de conciencia ante una situación extrema.
Borrar¡Saludos!
Es formidable cómo retratas la deseperación, el desconsuelo, incluso la desesperanza en estos cuatro párrafos, Sergio.
ResponderBorrarEste micro tiene la virtud de hacer visuales los sentimientos del personaje. ¡Brillante!
Un abrazo,
Este texto fue una propuesta en el taller de narrativa al que concurro. Cómo nos sentiríamos si nos caemos en un pozo y pasa el tiempo sin que nos rescaten. Fueron necesarios un par de pobres intentos hasta que logré realmente meterme en ese hueco.
BorrarAbrazo, Pedro.
La desesperación, la sensación de claustrofobia, de abandono, la imposibilidad de pensar racionalmente...........impecable el relato, transmites a la perfección todas estas sensaciones. Y me ha recordado mucho a una película, para mí, excelente, llamada "buried", porque el protagonista del film, padece una situación extrema muy parecida.
ResponderBorrarUna vez más, te has superado Sergio. Es un placer visitarte. Un fuerte abrazo, Sergio.
Ely, no conocía esa película, así que busqué sobre ella y me encontré con un protagonista encerrado en un ataúd... debe ser terrible. La tendré en cuenta para verla.
BorrarPor lo demás, gracias por pasarte siempre por acá.
¡Abrazo!
Sergio:
ResponderBorrarMuy buen relato, lleno de angustia y de desesperación.
En circunstancias totalmente diferentes, he visto gente desesperada, que clama por librarse de ese estado en el que se encuentra. No es nada agradable.
La situación me remitió a algún cuento del genial uruguayo Quiroga (creo), que no recuerdo bien cuál era su nombre, ni desenlace, pero sí que sucedía en un pozo.
Hiciste un excelente ejercicio en ese taller.
Un abrazo.
Gracias, Arturo. Es difícil imaginarse cómo reaccionaría cada uno ante una situación así. Fue un ejercicio más que interesante.
BorrarUn gran abrazo.
Has creado una buena y angustiosa redacción. El título es irónico pero el relato va acogotando el estómago. Como en esto de la ficción todo puede llegar a ser pensé que era un muerto en el hoyo. Vale, esta vez se salvó. Es un buen monólogo. Venga, nos leemos.
ResponderBorrarLa idea fue describir cómo le puede ir cambiando la cabeza a un tipo pensante y centrado a medida que se prolonga su situación extrema. Creo que en realidad yo me comportaría así :)
Borrar¡Saludos, Ximens!
Así se narra y asì se define caer en un pozo. Es importante no perder la cordura, por eso en cada plegaria hay que decir "amén" y putear fuerte.
ResponderBorrarEl rescate siempre llega, de una manera u otra. La vida jamás transcurre dentro de un pozo, es sólo transitorio. Es decir: estamos de paso por esta vida, estamos de paso por este pozo.
besos.
Vlanka.
Hay pozos de todos los tamaños y profundidades. Mucha gente debería comprender que desde adentro las cosas se ven distinto. Y los consejos, desde arriba, la mayoría de las veces no ayudan gran cosa. Es necesario bajar.
BorrarUn beso, Vlanka.
Bueno... como no puedo llegar aùn al blogg del taller, me detuve acà. Hace como cuatro meses estabas en el pozo... espero que ya no, jjaaj. Muy bien logrado el clima. Excelente Sergio! Elisa
ResponderBorrar¡Hola, Elisa!
BorrarYa salí del pozo (lo cual no es lo mismo que salir del placard, jaja)
Gracias por pasarte por el blog.
¡Abrazo!