Primero contaminaron el bosque, pero como yo vivía en la ciudad, no me preocupó
Luego contaminaron el agua, pero como yo bebía envasada, tampoco me preocupó.
Más tarde extinguieron la fauna silvestre, pero como yo tenía mascota, tampoco me preocupó.
Finalmente derritieron los glaciares, pero como yo vivía en el trópico, tampoco me preocupó.
Ahora estoy consumiendo mi último tanque de oxígeno. Ya es demasiado tarde.
Sergio, en tu relato quiero interpretar que aunque no nos afecte a nosotros directamente un problema, debemos unirnos en la defensa de un bien común pues a la larga nos acabará afectando.
ResponderBorrarBien narrado y resuelto.
Abrazos.
Esa es la idea, Nicolás. Varios millones que lo defienden deberían sobreponerse a los menos que arruinan el mundo.
BorrarAbrazos.
Está muy bien enfocado, Sergio. Pensamos que lo único que nos afecta es lo que nos toca directamente, y no es así. Tu personaje lo demuestra.
ResponderBorrarUn micro muy humano y egoista. Si no somos solidarios, acabaremos todos igual...
Un besooo
Claro, Petra. Si el daño no nos pasa cerca, no nos pertenece. Así vamos...
Borrar¡Un abrazo grande!
El narrador "no comprometido" que se compromete hasta la última célula. Buen micro, como siempre.
ResponderBorrarbesos.
Vlanka.
Hay veces que al menos el compromiso es lo que nos salva. Quién te dice que hay alguien que lo toma como bandera.
BorrarUn beso, Vlanka :)
No sé si habrás leído el horror de desmonte ilegal que está sufriendo nuestra provincia, si es así, quizá fue lo que te inspiró este extraordinario micro reflexivo.
ResponderBorrarOjalá no lleguemos a tanto, lamentablemente no soy muy optimista...
Besos desde la resistencia verde, compatriota
A lo del desmonte lo leí este fin de semana. El peor en los últimos dos años, justo después de sancionar la ley provincial que debería proteger los bosques. No es suficiente escribirlas: hay que hacerlas cumplir.
Borrar¡Un abrazo, Patricia!
inspiraciones de Bertolt Brecht
ResponderBorrarsaludos
Vos sabés, Omar, que cuando me dispuse a escribir el micro, busqué el original, que también pensé pertenecía a Brecht. Pero resulta que el que primero redactó esos versos fue el pastor luterano Niemöller. Bueno, es lo que se encuentra por la wikipedia al menos :)
ResponderBorrar¡Saludos!
Sergio:
ResponderBorrarEs una verdad que se tornó incuestionable.
La mecánica perversa comienza con el desmonte de bosques de tierras pobres, se vende la madera para pagar el desmonte, el resto se quema para abono.
Luego se hacen unas pocas cosechas, hasta que el suelo de baja calidad ya deje de rendir; entonces se abandona todo, para dirigirse a otro lado.
Los gobernantes nada hacen por impedirlo.
Hasta 1989, tiempo en que estuve en el norte, había un trailer de control del organismo del estado correspondiente, verificando la tala a través de controles en la ruta, para evitar que se cortaran árboles de diámetro pequeño; hoy arrasan con todo el monte.
Un abrazo.
Lamentablemente es así, Arturo. En Córdoba, en estos últimos dos años, tumbaron casi 4000 hectáreas de monte autóctono. A pesar de que hay una ley que lo protege. Los que deben controlar miran para otro lado, pero dejan sus bolsillos abiertos a la colaboración de los sojeros.
BorrarUn abrazo.
Maravilloso micro.El mundo està tan lleno de individualismo, de prepotencia y soberbia, que cuando queramos arreglar tanta destrucción, serás emaciado tarde. Conciencias como la tuya, a la que me uno, deberían alzar su voz alto,muy alto para que pudieran ser escuchadas por tantos sordos de conciencia y de espíritu.Un abrazo Sergio.
ResponderBorrarHay millones que alzan sus conciencias, ely. Por suerte. Y cada vez son más, gracias a las redes sociales. Lo peligroso es que los pocos que deciden el camino del mundo siguen siendo los que lo destruyen.
BorrarUn abrazo y gracias por pasarte.
Esas fotografías a cámara lenta, como deteniendo el pulso de nuestras vidas ¡me encantan!. Tu texto es un "removedor de conciencias". Sobre todo de las mentes egoístas, que nunca ven más allá, que se quedan en la orilla, que no piensan, que no se preocupan, que no se activan cuando es necesario. Y no son una ni dos ...son millones ....y millones matarán el planeta. Sólo nos queda seguir colaborando en redes sociales, en agrupaciones, o en donde sea ...
ResponderBorrarPrecioso micro, Sergio.
Recibe un beso.
Es hora de entender que el mundo es uno para todos.
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